Ella es resiliencia.
Cada átomo se ha hecho perceptible; cada movimiento tectónico, cada batir de alas. Cada una de las risas y de los recuerdos agridulces, son incitaciones en su causa-efecto. La han empequeñecido, y es consciente de ello. Y a cada instante que pasa, más domina el caos en su mente y el vorágine en su corazón. Vencerá a la bestia, como ha hecho siempre.
Ha perdido la batalla, pero es una gran guerrera.
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